El agonismo y el deporte son dos palabras muy unidas, pero las cuales hay que separar cuando tratamos este tema con niños/as en edad escolar.
El deporte, en este caso el fútbol, debe ser un medio para que los chicos/as jueguen, se diviertan y vayan aprendiendo cosas intrínsecas de los deportes como sus reglas, el compañerismo, la deportividad, las victorias, las derrotas... Que el deporte para los niños sea una diversión y no una obligación. Mucha culpa del abandono deportivo a edad puberal nace de la presión que ejercen los padres desde las bandas de un campo de fútbol o cualquier otro campo deportivo. Muchos de ellos no dejan de increpar, insultar, gritar, incitar tanto a sus hijos, como a los compañeros de sus hijos, así como al arbitro. Tanto familiares como entrenadores o educadores no podemos olvidar que el deporte es una vía de aprendizaje y disfrute de los niños/as y no el camino para alcanzar el éxito en la vida.
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