martes, 21 de agosto de 2012

¿HAN APRENDIDO ALGO MIS ALUMNOS EN ESTA UNIDAD DIDACTICA?


Empiezo mi blog con una pequeña reflexión que deberíamos realizarnos todos los docentes  de educación física, al finalizar una unidad de trabajo. ¿Qué han aprendido mis alumnos durante estas sesiones?

Muchas veces nos planteamos asombrosas unidades didácticas, con un fabuloso hilo conductor o con atrayentes juegos y actividades. Pero muchas veces esas unidades didácticas son únicamente meras vivencias motrices, que mis alumnos incorporan en su bagaje motor. Nuestras unidades didácticas se deben convertir en periodos de aprendizaje de un determinado contenido o contenidos. Pero recalcando la palabra APRENDIZAJE. En ocasiones nos convertimos en meros oferentes de experiencias motrices y esa es una de las causas del poco respeto que muestran algunos compañeros hacia nuestra área: la educación física. 

Debemos convertir nuestras unidades en periodos de aprendizaje. Para ello necesitamos de uno de los aspectos más importantes, y en ocasiones muy olvidado, del proceso de enseñanza-aprendizaje: la evaluación. Como bien nos indican autores muy sabios en esto de la evaluación, como Blázquez Sánchez, en el proceso educativo deben darse 3 tipos de evaluación: la inicial, la formativa y la sumativa o final. Yo voy a ser algo “pesado” con la evaluación inicial, la gran olvidada en muchas ocasiones. Sin ella es imposible que podamos constatar lo aprendido al final de la unidad, no podemos adaptar nuestras sesiones a las necesidades de nuestros alumnos, no podemos modificar los objetivos didácticos y criterios de evaluación a la realidad de nuestro grupo-clase y sin esta evaluación no estamos realizando bien nuestro trabajo.

No quiero adentrarme mucho en el tema de la evaluación, lo reservare para otro post. Simplemente he querido comenzar dejando claro la importancia de que al programar y poner en práctica una unidad didáctica, tenemos que tener totalmente claro que queremos que nuestros alumnos alcancen al finalizarla, convirtiendo nuestras sesiones en la vía para que ellos superen esos criterios de evaluación que nos hemos planteado. Redirigiendo nuestro planteamiento inicial y adaptándolo a los problemas que puedan surgir en el proceso de aprendizaje a lo largo de la unidad didáctica, todo ello con un único fin: QUE MIS ALUMNOS HAYAN APRENDIDO, NO SOLO HAYAN VIVENCIADO.

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